Intendente de San Juan Nepomuceno logra “milagro económico” en su gestión

SAN JUAN NEPOMUCENO. En menos de cuatro años al frente de la Municipalidad, el intendente colorado Derlis Molinas protagonizó lo que muchos en el distrito califican como un verdadero “milagro económico”. Con un salario mensual de G. 15 millones, el jefe comunal habría acumulado una considerable fortuna, generando sospechas generalizadas entre los pobladores.

Las máquinas viales recientemente adquiridas por el intendente Derlis Molinas. El valor de los equipos —motoniveladoras, retroexcavadoras oruga y otros— superaría el millón de dólares, según estimaciones.

 

Antes de asumir el cargo, Derlis Molinas atravesaba una grave situación personal y financiera. Había estado internado en terapia intensiva por complicaciones del COVID-19 y enfrentaba cuantiosas deudas, con un aserradero prácticamente en quiebra. Sin embargo, tras iniciar su mandato —con un salario incluso inferior a G. 10 millones mensuales—, su situación patrimonial experimentó un notable ascenso.

Mientras el distrito seguía sumido en un profundo abandono y con calles intransitables, el intendente adquirió una camioneta de alta gama valuada en más de 60.000 dólares. Poco después, se reportaron otros vehículos de lujo puestos a nombre de familiares y la recuperación del aserradero que había sido declarado en ruina.

Recientemente, llegaron a la ciudad costosas máquinas viales adquiridas directamente del extrajero por Derlis Molinas: motoniveladora, retroexcavadora oruga y otros equipos pesados, cuyo valor superaría fácilmente el millón de dólares. Estas adquisiciones estarían destinadas supuestamente a prestar servicios a la propia comuna, a pesar de que la ley prohíbe expresamente este tipo de transacciones por constituir un conflicto de intereses.

El concejal liberal Ireneo Ortigoza, una de las pocas voces disidentes dentro de la Junta Municipal, denunció públicamente estos hechos, acusando a las autoridades de Ministerio Público, a la Contraloría General de la República (CGR) y a la mayoría oficialista de la Junta Municipal de encubrir los delitos.

“Si se realiza una consolidación seria de los ingresos y egresos del intendente, se encontrarán evidentes inconsistencias que deben ser investigadas. Su crecimiento económico no guarda relación con sus ingresos como funcionario”, advirtió Ortigoza.

Además de las lujosas adquisiciones, la recuperación del aserradero y la inversión en maquinaria pesada, fuentes municipales aseguran que el propio intendente se jacta de contar con suficientes recursos para “volver a comprar su cargo”, haciendo alusión al uso de dinero de origen dudoso para financiar campañas y comprar votos, en lo que muchos consideran una forma de lavado sin control.

A esto se suma un dato inquietante: según registros públicos, la declaración jurada de bienes de Derlis Molinas no se actualiza. Esto hace presumir que estaría ocultando patrimonio a la Contraloría General de la República. De confirmarse que parte de sus bienes fue transferida a nombre de terceros, correspondería también investigar el origen de los fondos utilizados por los presta nombres.

 

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